Con más de una hora de show, y un repaso por todos sus éxitos, el cantante mexicano volvió a la ciudad, para enamorar y conquistar a las más de 15.000 personas que se dieron cita en el Gigante de Arroyito.
Fanáticos y seguidores, desde diferentes puntos del país, se dieron cita para disfrutar del placer de escuchar las baladas románticas más populares de su trayectoria.
Un escenario montado con tres pantallas gigantes, y un show de juego de luces acompañaron a las canciones entonadas por el artista.
El cantante realizó dos cambios de vestuario, fiel a su elegancia, Luismi apareció enfundado en un traje negro para luego cambiarse a uno blanco.
Gritos , y coros con su nombre no dejaron de resonar en la noche, que bajo un cielo estrellado revivió la emoción de escuchar en vivo y en directo a uno de los cantantes más populares de estos últimos tiempos.
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