jueves, 4 de diciembre de 2008

Disney en Rosario



"Meeska Mooska Mickey Mouse", esas fueron las palabras mágicas, que como cada tarde desde la pantalla del televisor, hicieron vibrar en el inicio de un ansiado show a los miles de chicos y grandes, que asistieron al Teatro Broadway para ver a Mickey Mouse y sus amigos.
Por primera vez, el PlayHouse Disney arribó a Rosario, con una gran producción y contenido escénico.
La Casa del ratón más famoso del mundo, decidió visitar la Argentina y Rosario, fue una de las ciudades elegidas para su función.
Un fiesta musical, fue la excusa elegida para reunir a los Mini Einsteins, Mis amigos Tigger & Pooh y Manny a la obra, y llevar a delante un show que se permitió recorrer tres de las series más populares y entretenidas que cada tarde acompañan al PlayHouse, en televisión.
La diversión es un factor asegurado en este tipo de espectáculos y el sello de Disney World no es un dato menor. Pero también es interesante recalcar, que la enseñanza y el aprendizaje en conjunto de padres e hijos queda de manifiesto en las letras de las canciones, historias y cuantas acciones, los personajes lleven adelante.
Invitados de lujo
Invitados a la fiesta musical, los Mini Einsteins, junto con el confiable Rocket, su cohete rojo, llevan al público alrededor del Globo terráqueo en un viaje musical al tiempo que vuelan a China, India, Egipto, Italia, Japón, España y África para descubrir diferentes culturas musicales.
Para poder trasladarse, los personajes piden al público, acompañamiento de palmadas en las piernas, a lo que los chicos contestan de una forma natural y entusiasta.
Algo parecido ocurre cuando, Winnie the Pooh, Tigger y su amiga Darby hacen un llamado a los niños para que los ayuden a resolver el misterio de la música que les falta. Las canciones que los tres amigos inventan junto al público, llenan de alegría a los pequeños, ya que imitar los sonidos y gestos de animales, provoca gran diversión en los más pequeñitos.
Finalmente llega el momento de que Many y sus herramientas, aparezcan en escena.
Las herramientas de Many tienen la particularidad de hablar, cantar y bailar, y esto colma la atención de los niños. Los residentes de Sheetrock Hills se suman al ritmo utilizando ladrillos, escobas y cubos.
El cierre del espectáculo, y como no podría ser de otra manera cuenta con la presencia de Mickey, Minnie, Donald y Goofy sosteniendo el objetivo propuesto desde el inicio del mismo, recordar que la música es un excelente motivo de unión.
La experiencia que sólo Disney puede prestar en este tipo de show es una opción imposible de desaprovechar, el resultado está a simple vista, observar la emoción envuelta en risas de los cientos de chicos que tuvieron la fortuna de disfrutar del la función, un show imposible de olvidar.

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