A cargo del director Marcelo Mainini, el grupo de teatro Una de miedo lleva a delante la segunda temporada de El exitoso fracaso de Franki Einstein.
A la historia original de Frankenstein, escrita por Mary Shelley en 1.816, desde su posición de director, Marcelo le sumó acorde con estos tiempos, la crítica a la TV y la situación de uso y rechazo de aquel diferente (Franki), definiéndola como una historia fascinante que puede ser comprendida dentro del movimiento romántico y que deviene una profunda crítica al cientificismo de la sociedad moderna.
A la historia original de Frankenstein, escrita por Mary Shelley en 1.816, desde su posición de director, Marcelo le sumó acorde con estos tiempos, la crítica a la TV y la situación de uso y rechazo de aquel diferente (Franki), definiéndola como una historia fascinante que puede ser comprendida dentro del movimiento romántico y que deviene una profunda crítica al cientificismo de la sociedad moderna.
Según plantea Mainini, citar al público infantil implica determinar una jerarquía, es por ello que catalogar este espectáculo en ese género lo delimita.
“La obra fue pensada para chicos y grandes. Es un espectáculo que intenta acercarse a la historia tradicional desde una mirada de niño. Esta elección me dio mucha libertad y posibilidad de vuelo, así como el responder a la necesidad de no perder vínculo con los chicos desde otra perspectiva. Uní un poco de todo: mi acercamiento a los niños, mi amor por el teatro, mis ganas de coordinar y dirigir un proyecto teatral y mi faz educativa”, comenta el director.
“La obra fue pensada para chicos y grandes. Es un espectáculo que intenta acercarse a la historia tradicional desde una mirada de niño. Esta elección me dio mucha libertad y posibilidad de vuelo, así como el responder a la necesidad de no perder vínculo con los chicos desde otra perspectiva. Uní un poco de todo: mi acercamiento a los niños, mi amor por el teatro, mis ganas de coordinar y dirigir un proyecto teatral y mi faz educativa”, comenta el director.
Interpretar
Cómo en toda producción teatral el fin último recae en lograr una interpretación de aquello que se vio. Particularmente en Franki, como la llama su creador, la búsqueda está encaminada hacia diferentes posibilidades de entrar e interpretar la obra. “El intento es de que el espectador pueda identificarse con Franki y su ingenuidad, su ternura y ser crítico con un medio que a veces por el egocentrismo (su madre, científica y creadora) y otras por la necesidad de negociar todo (la TV) usan a Franki y lo retornan a una profunda soledad. También hay esperanza, y esta tiene que ver con la amistad y la niñez”.
Cómo en toda producción teatral el fin último recae en lograr una interpretación de aquello que se vio. Particularmente en Franki, como la llama su creador, la búsqueda está encaminada hacia diferentes posibilidades de entrar e interpretar la obra. “El intento es de que el espectador pueda identificarse con Franki y su ingenuidad, su ternura y ser crítico con un medio que a veces por el egocentrismo (su madre, científica y creadora) y otras por la necesidad de negociar todo (la TV) usan a Franki y lo retornan a una profunda soledad. También hay esperanza, y esta tiene que ver con la amistad y la niñez”.
Elenco
Uno de los factores que más importan a la hora de presentar un producto en escena es la relación y los vínculos establecidos entre los pares.
Esta producción cuenta con un grupo de actores que realmente disfrutan de realizar este trabajo y eso queda claramente demostrado sobre las tablas.
“No es fácil elegir, muchas veces tienen que ver con horarios y disponibilidades. Esta vez apunté primeramente a cualidades que tuvieran que ver con la humildad y la entrega, la buena predisposición para el trabajo grupal. Sobre esa base y con algún recorrido en lo teatral como el grupo tiene, se puede construir un proyecto. Si no existe ese equilibrio, difícil. El tema de ser profesor trato de que no moleste mucho, ya que hay que diferenciar lugares y roles. Para mi la convivencia es crucial y siento que con este grupo, “Una de miedo”, disfruto cada encuentro así como también el crecimiento que observo en cada actor. También intervienen dos chicos de 9 y 10 años que aportan mucha frescura y a veces nos dan clase desde las ganas y seriedad que ponen”, sostiene Mainini.
Uno de los factores que más importan a la hora de presentar un producto en escena es la relación y los vínculos establecidos entre los pares.
Esta producción cuenta con un grupo de actores que realmente disfrutan de realizar este trabajo y eso queda claramente demostrado sobre las tablas.
“No es fácil elegir, muchas veces tienen que ver con horarios y disponibilidades. Esta vez apunté primeramente a cualidades que tuvieran que ver con la humildad y la entrega, la buena predisposición para el trabajo grupal. Sobre esa base y con algún recorrido en lo teatral como el grupo tiene, se puede construir un proyecto. Si no existe ese equilibrio, difícil. El tema de ser profesor trato de que no moleste mucho, ya que hay que diferenciar lugares y roles. Para mi la convivencia es crucial y siento que con este grupo, “Una de miedo”, disfruto cada encuentro así como también el crecimiento que observo en cada actor. También intervienen dos chicos de 9 y 10 años que aportan mucha frescura y a veces nos dan clase desde las ganas y seriedad que ponen”, sostiene Mainini.
Prueba superada
Levar adelante un producto que será evaluado por chicos, no es tarea fácil.
Llegar a estos espectadores, y generar sensaciones a través de una puesta implica una gran entrega por parte del grupo teatral entero, en este sentido y haciendo hincapié en la espontaneidad como juez, sostiene, “El desafío fue combinar misterio, humor y ternura, y fortalecer todo lo que sea acciones y riqueza de los personajes, que yo veo en cierto delirio mío, muy tendientes a una estética Tim Burton. Ese mundo es el que me interesa indagar en el teatro. En el cual es posible ingresar mágicamente. Hacia allí va mi trabajo. Tengo la oportunidad de recibir aportes de algunos chicos con posterioridad y cuando ya pasó un tiempo y me doy cuenta de qué les llegó más y qué preguntan a sus padres y esa mirada es la que más rescato para seguir construyendo. Son más críticos y auténticos y también menos rebuscados que muchos adultos”.
En la producción:
Levar adelante un producto que será evaluado por chicos, no es tarea fácil.
Llegar a estos espectadores, y generar sensaciones a través de una puesta implica una gran entrega por parte del grupo teatral entero, en este sentido y haciendo hincapié en la espontaneidad como juez, sostiene, “El desafío fue combinar misterio, humor y ternura, y fortalecer todo lo que sea acciones y riqueza de los personajes, que yo veo en cierto delirio mío, muy tendientes a una estética Tim Burton. Ese mundo es el que me interesa indagar en el teatro. En el cual es posible ingresar mágicamente. Hacia allí va mi trabajo. Tengo la oportunidad de recibir aportes de algunos chicos con posterioridad y cuando ya pasó un tiempo y me doy cuenta de qué les llegó más y qué preguntan a sus padres y esa mirada es la que más rescato para seguir construyendo. Son más críticos y auténticos y también menos rebuscados que muchos adultos”.
En la producción:
Franki: Matías Cingolani
Dra. Enstein: Jesica Bacchi
Productor Gómez Tarugo: Sebastián Soto
Lulú y Perserguida: Paula Viel
Juan: Alan Moya
Rafael: Lautaro Oviedo
Fedor el acordeonista: Lautaro Fosco
Dirección: Marcelo Mainini